La primera versión del 2012 basada en el clásico cuento de los hermanos grimm, Blancanieves, llega con meses de anticipación de la mano de Tarsen Singh (Inmortales), director de origen indio y que al igual que David Fincher (Seven, la red social) viene del mundo del video clip (dirigió el video "Losing my religion" de R.E.M, mejor video MTV 1991); estrenándose en la pantalla grande con aquella película protagonizada por Jennifer López e interesante por su puesta visual llamada "La Célula"
Esta versión del clásico cuento infantil se centra más en la figura de la madrasta (Julia Roberts) que de Blancanieves (Lily Collins), caricaturizando esta nueva versión en torno a los personajes esenciales de la historia (principe, mano derecha de la madrasta y los 7 enanos); y el desarrollo de un guión que apunta a la comedia fácil, sin mayor innovación, giro e ingenio.
La película comienza bien en los primeros minutos y luego pierde literalmente el rumbo y el poco pulso para convertirse en una interpretación más del clásico cuento.
Lo mejor de esta película es el vestuario (a cargo de la fallecida ganadora del oscar Eiko Ishioka) y los decorados.
Cómo un toque excéntrico de esta versión (suponemos que motivado al origen indio del director) se rinde homenaje con una escena final de baile al estilo de las películas de Bollywood al cine de la India, sin mayor brillo. la presencia de Sean Bean (Juego de Tronos) como el Rey es apenas circunstancial y no aporta mayor fuerza a la cinta. Ni la presencia de Alan Menken como compositor (ganador de oscar por las composiciones de Pocahontas, Aladdin, La Bella y la Bestia, La Sirenita; todas de la factoría Disney), logra destacar del contexto. Bien puede esperar la versión en video para verla en su hogar
Sólo resta esperar la segunda versión de este clásico que llegará a los cines durante el año 2012: Blancanieves y la leyenda del cazador, la cual promete ser más dark y menos pastel, como la de esta torta con poco merengue
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