¿Qué es clásico? Se puede definir como digno de imitación, particularmente de un rango superior y que generalmente sirve de modelo a seguir. Si bien se abusa del término al usarlo como un sinónimo de una fase añorada relativa a un producto cultural como lo es el cine, no deja de ser resaltante la contribución, el status de mitos y la influencia que ciertos directores del séptimo arte han logrado durante su carrera.
Steven Allan Spielberg (Cincinnati, Ohio, 18 de diciembre de 1946) es sin duda una figura que transciende el término mal empleado de clásico para sobrevolar la categoría de leyenda en el panteón de los dioses del celuloide. Hablar de Spielberg como el responsable del Blockbuster como lo conocemos hoy en día, es encontrarse con un autor que por ser Rey Midas al convertir todo lo que toca en oro (en su caso, casi todo a excepción de algunas obras como 1941, Always e incluso Amistad), no ha sacrificado la combinación de entretenimiento con acción, aventura, romance, historias asombrosas y personajes inolvidables en su etapa de director (fórmula que ha aplicado en forma desigual como productor de obras fantásticas como Volver al Futuro o bodrios recaudadores de dinero como Transformers); y por ello trascendido de su propio éxito y formula se arriesga a realizar y presentarse como un autor de obras más personales y comprometidas que no ceden a los convencionalismos y forma de hacer cine que el mismo autor ha desarrollado como sello personal, explorando con éxito un cine que refleja históricamente hechos reales que afectaron a la comunidad judía a la que pertenece (La Lista de Shindler´s), las guerras (1941, Imperio del Sol, Salvando al Soldado Ryan, incluso la adaptación de la Guerra de los Mundos); y dónde la niñez y la inocencia se presentan de manera recurrente como personajes en su prolífica obra
De esta manera, Spielberg es Spielberg. Sea como sea, es un autor obligado e indispensable cada vez que presenta algo nuevo en pantalla, y más cuando funge de director. Al igual que Coppola, Scorsese, Kubrick (de quién el mismo Spielberg retomo a su muerte la elaboración del film "inteligencia artificial" con un cuestionable resultado al estilo de peter pan) ver una de sus cintas es una cita obligada con un cine referencial y por encima del promedio, de historias, entretenimiento, espectaculo pero sobre todo, una clase de como hacer cine
Caballo de Guerra (War Worse, 2011) no es un clásico instantáneo ni siquiera lo mejor de Spielberg como director, pero es una película bellamente contada y correctamente elaborada. Nominada en varias categorías de los premios más importantes del mundo del cine- incluyendo mejor película- la cinta se basa en una novela juvenil que narra la historia del joven Albert Narracott (Jeremy Irvine) oriundo de Devon que desarrolla una intensa amistad con su caballo Joey. Cuando estalla la primera guerra mundial, el padre de familia se ve obligado por deudas a vender al caballo al ejército y esta decisión no le gusta nada a Albert. A partir de entonces, el caballo pasa de dueño en dueño (alemanes, franceses y británicos), viviendo desde varios puntos de vista la gran contienda que cambió el mundo.
La película posee una hermosa cinematografía, banda sonora (a cargo del brillante y oscarizado John Williams, colaborador frecuente de Spielberg) dirección de arte, fotografia y un correcto elenco que protagoniza los puntos de la historia a medida que transcurre. La edición sencilla en DVD es modesta pero bien presentada, con apenas un extra sobre la filmación que da relación de la producción de una película de esta envergadura
Quizás un poco idílica y de construcción simple en su argumento, pero cargada de excelentes escenas de enfrentamientos y un trasfondo dónde la guerra sirve de lienzo para entender por las pinceladas de sus personajes como afecta la vida de todos los que en ella participan, Caballo de Guerra le agradará tanto como para verla en video con placer y recomendarla como yo en este momento. Despues de todo no es cualquier director: es Steven Spielberg.
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